Dan Gamboa es un cucuteño que no renunció a su trabajo para viajar por el mundo porque no tenía un trabajo al cual renunciar. Aunque desde hace muchos años viaja por el mundo y tiene una cuenta de Instagram con miles de seguidores (@dangamboab), Dan Gamboa no es un influencer de viajes. No le pagan por posar con productos de importantes marcas en lugares exóticos ni por recomendar tarjetas de crédito para sus próximos viajes.

Aunque él mismo se considera una persona ‘casera’, hay algo que lo ha llevado a ser nómada y recorrer gran parte del mundo mientras trabaja. En este episodio de 13% le echamos una mirada sincera y realista a la frase de «renuncia a tu trabajo y vete a viajar por el mundo», entendemos la importancia de mostrar nuestro trabajo y nuestros talentos, y descubrimos cómo este arquitecto de Cúcuta logró hackear el sistema para viajar por el mundo sin ser millonario.

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Transcripción del episodio

 [Dan Gamboa] Ayer tuve una visita de un amigo, que le dije “vamos para que conozca mi casa”, el man se sorprendió que yo tuviera muebles (risas) y el me decía “yo pensé que como usted viaja por el mundo y demás, lo que tenía era un colchón en el piso”, le dije “qué le pasa, un colchón en el piso, respete, yo tengo mis cosas, mi casa es una cosa que yo adoro y que quiero muchísimo”

 

[13%] La historia de hoy es la historia de Dan Gamboa, este es Dan.

 

[Dan Gamboa] No no no, le miedo a volar. Usted cree que la vida del viajero es perfecta, ¿no?, no, uno le tiene miedo a volar.

 

[13%] Esa es tal vez su característica más absurda. Como ya van a ver, Dan se la pasa viajando. En su último viaje, por ejemplo, estuvo en los siguientes países:

 

[Dan Gamboa] Fui a Argelia, Marruecos, estuve en Francia, España, Andorra, Hong Kong, fui a China, conseguí trabajo en China, ahora estoy viviendo en China, Filipinas, Brunéi, Grecia, Bulgaria, Turquía y Egipto.

 

[13%]Pero ojo, Dan Gamboa no es un influenciador de viajes, de esos que se toman fotos en lugares exóticos con productos de las grandes marcas que los patrocinan. Dan tampoco es de lo que renunció a su trabajo para viajar por el mundo. En realidad, él no tenía un trabajo al cual renunciar.

 

Bienvenidos a 13% pasión por el trabajo.

 

Yo soy Nicolás Pinzón y yo soy Andrés Acevedo y nos parece absurdo que solo el 13% de la población mundial ame su trabajo. Por eso creemos que es vital contar las historias de esa minoría especial que no odia los lunes, ni espera impaciente a que llegue el viernes en la tarde, ni trabaja solo por dinero.

 

Los invitamos a que se pongan sus audífonos y escuchen historias de personas apasionadas por su trabajo. Recuerden, para amar su trabajo no hay una fórmula perfecta, pero si hay muchas cosas distintas que se pueden intentar.

 

Antes de comenzar queremos recordarles que esta historia fue posible gracias a gracias a nuestros amigos de los Zúper, con z, una comunidad de personas que ponen sus talentos al servicio de dejar el mundo mejor de lo que lo encontraron. Nuestros amigos de los zúper crearon una plataforma en la que cualquier persona que quiera reforzar sus fortalezas y aprender sobre las habilidades socio emocionales que importan hoy en día, puedan comenzar su entrenamiento hoy mismo. Solo tienen que ingresar a loszuper.org.

 

Para Dan Gamboa, trabajar y viajar son dos palabras que no pueden separarse, que se intercalan y conviven, y, por lo tanto, la pregunta más difícil que alguien puede hacerle es la pregunta típica de un funcionario de inmigración. “su viaje es por placer o negocios?”. Y es que Dan viaja por el mundo mientras trabaja, pero eso no quiere decir que él sea un influenciador en las redes, aunque tiene miles de seguidores en su cuenta de Instagram, ni tampoco que sea un empresario que pueda darse el lujo de viajar mientras su empresa produce solita, aunque varios de esos proyectos son aventuras emprendedoras.

 

Como pueden ver, encajar a Dan dentro de una sola actividad profesional no es nada fácil, y esto parece suceder mucho con esas personas que están en el 13%: son inquietas, curiosas, y por lo mismo se mueven profesionalmente en un espectro amplio. Sin embargo, por más diversas que parezcan las actividades que ellos hacen, suele haber uno o varios elementos centrales que se repiten una y otra vez. En el caso de Dan…

 

[Dan Gamboa] Estoy trabajando en mil cosas, todas hiladas a algo que es la creatividad. En cada uno de mis trabajos tengo que crear, si yo estoy creando algo y no lo voy a compartir, este trabajo es perdido, tal vez por eso me aburrió tanto mi trabajo administrativo, porque no estaba creando nada.

 

[13%] Y cuando Dan dice que ha trabajado en miles de cosas no está exagerando.

 

[Dan Gamboa] He trabajado en publicidad, he tenido una obra de teatro, fui monaguillo en la iglesia, he trabajado en fotografía, he trabajado en video, he trabajado como influencer, como youtuber.

 

[13%] Pero antes de viajar por el mundo o trabajar con diferentes industrias creativas, Dan estaba postrado en un pupitre haciendo un trabajo administrativo que detestaba.

 

[Dan Gamboa] En la universidad yo tenía este sueño hípster de “¡ay! Voy a llegar al trabajo en bicicleta, con un vaso de café en la mano y voy a llegar a saludar a mis compañeros como: Hola Nata, Hola Sebas, Hola Paco” y no, no va a ser así. De hecho, eso es como un sueño, una fantasía idílica que los arquitectos tenemos, porque así son los estudios de arquitectura, porque pues así es como se maneja este mundo del diseño y demás, y pues no fue así. Duré mucho tiempo sin trabajo, conseguí un muy buen trabajo cuando fue mi primer trabajo, un trabajo de índole administrativa, que no me gustaba. Lo tomé como muchos colombianos hemos hecho, muchos colombianos están haciendo, lo tomé porque necesitaba el trabajo.

 

[13%] Y como Dan estaba en ese trabajo porque le tocaba, llegó el momento en el que las cosas dejaron de funcionar, y un año después Dan se vería nuevamente, como dicen por ahí, engrosando las filas del desempleo.

 

A partir de allí vendría una etapa que algunos llamarían de freelance, pero Dan la llama rebusque. Y en esa tuvo algunos trabajos menores como fotógrafo, pero nada muy estable, ni tampoco muy fijo.

 

[Dan Gamboa] Estaba en una situación de ansiedad muy grave, yo era “yo por qué no estoy trabajando”, y no estoy trabajando en lo que yo estudié, de hecho, envié 83 hojas de vida a una empresa en un mes, en 30 días.

 

[13%] Escucharon bien, 83 hojas de vida en un mes a una sola empresa. A Dan, su nueva etapa lo tenía mal y desesperado, al punto que inundó la bandeja de entrada de una pobre gerente de recursos humanos. Este era un momento clave en la vida de Dan y había dos posibilidades: O saltaba ante el primer trabajo fijo que le ofrecieran, o paraba, tomaba aire y reflexionaba sobre lo que en realidad quería hacer.

 

Y Dan, como las personas que están en el 13%, escogió esta última opción.

 

[Dan Gamboa] Y paré y dije “bueno, a ver, que estoy haciendo, estoy desperdiciando mi energía, estoy desperdiciando mi tiempo, estoy desperdiciando recursos en algo que es más por el propósito de cumplir las cosas que yo tenía en mi cabeza desde la universidad, o mire que es lo que a usted le gusta hacer y arranque, yo sé que va a ser difícil, tan difícil como fue independizarse, entonces, ¿qué le gusta hacer?, me gusta viajar, ok”, esas conversaciones internas que uno tiene, igual, todo el mundo tiene conversaciones internas, hay gente que le habla a Dios, hay gente que le habla a las plantas, al perrito, y para mí fue como “ok, me gusta viajar”.

 

[13%] En esencia, a Dan le gustaba viajar, tomar fotos, escribir y, sobre todo, compartir sus creaciones. El problema es que en ese momento Dan estaba un poco mal en el frente económico, o sea, no tenía un peso. La vida entonces parecía estar siendo injusta con Dan. Cuando estaba en la universidad y no tenía claro qué quería hacer, había gente que le patrocinaba sus viajes, peor ahora que la tenía clara, no tenía dinero para viajar, ni nadie que lo patrocinara. Sin embargo, un día en una de esas casualidades raras de la vida…

 

[Dan Gamboa] De milagro, eso fue un milagro, no sé quién está arriba, pero esto fue un milagro, una revista en la cual yo había trabajado en México hacía como un año y medio, que me había contratado para un viaje, pero me pagó solamente la mitad, se contactó conmigo y como “Dan, te pedimos disculpas por lo que ha pasado, te tenemos la otra mitad”, y eso para mí fue como “me llegó plata”, lo primero que hice fue comprarme una cámara, me compré una cámara que grababa video, entonces me fui a Europa a hacer video y a hacer fotografía. Y no solo a hacer video y a hacer fotografía: a editarlo y a compartirlo, y aprendí a editar desde ceros. Cogí un tutorial de youtube “vamos a aprender a editar”, porque me gustaba el video. O nunca estudié video, jamás en mi vida estudié video, fotografía, jamás en mi vida había estudiado fotografía, pero me gustaba y lo veía como un trabajo a pesar que no era un contrato laboral, no estaba empleado de nadie. Pero la fotografía y el video los veía como trabajo y yo ya estaba viendo mis redes sociales como un trabajo, “voy a tomarme el trabajo de editar una foto, subirla a mi Instagram, ponerle un texto que vaya correspondiente ta ta ta, y armar esto”, y fue como un trabajo, empecé a compartir y a compartir y a compartir.

 

[13%] Entonces Dan, el arquitecto, estaba en su salsa. Ciudades europeas reconocidas por su arquitectura y él, allá, con su cámara tomando fotos y grabando videos, editándolos y compartiéndolos por redes sociales, y aún sin tener claro cómo iba a llegar el dinero, Dan se preocupaba era por perfeccionar su arte y mejorar foto tras foto.

 

[Dan Gamboa] Y me daba cuenta que casi todas las cosas, casi todas las cosas no, todas las cosas en las cuales yo estaba trabajando se debían a eso, se debían a todas las cosas que yo había compartido, que alguien vio que compartí un artículo de arquitectura, entonces “Dan, oiga, ¿a usted no le interesaría escribir para?”, o puse un proyecto, “Dan, oiga, ¿a usted no le interesaría trabajar en?”, o puse una foto, “Hey, Dan, ¿no será que nos podemos ver?, y prácticamente todo lo que yo he hecho en los últimos 10 años en materia laboral ha sido gracias a compartir, a todo lo que yo he compartido y de repente me llamaban, y así empezaron a salir rebusques que ya no eran tan rebusques, sino que eran proyectos más interesantes, más ambiciosos.

 

Me llamaron de Panamá, me fui a trabajar con ellos a Panamá, y aunque tenía un gran trabajo, y aunque tenía un gran apartamento, además, ahorraba, seguía ahorrando y ahorrando dinero.

 

[13%] Ese era el sistema de Dan. Trabajaba en los proyectos que surgían sin importar si se salían de su profesión, con tal de que le permitiera crear cosas y aplicar su creatividad. Mientras tanto Dan ahorraba cuánto dinero pudiera, porque, como lo que a Dan le gusta es viajar por el mundo, no quería verse obligado a quedarse varado en algún sitio por la necesidad de rebuscarse un salario.

 

Y entonces cuando se acabó el proyecto de Panamá y le ofrecieron renovar…

 

[Dan Gamboa] Hice lo de Panamá, ahorré, se acabó el proyecto, no lo quise renovar y me fui para el sureste asiático, hice otro gran viaje, entonces ya la escala del viaje empezaba a cambiar, ya me di cuenta que en el viaje estaba viajando y trabajando al mismo tiempo, trabajando en hacer las cosas que a mí me nacía y me gustaba. Empecé a tener pequeños emprendimientos, los ponía en práctica, ya estaba viendo como “ok, esto puede funcionar como idea de negocio, esto no”. Tenía un tiquete de regreso a Colombia y lo rompí: 27 de octubre de 2016, no quise volver.

 

[13%] Romper el tiquete puede parecer muy dramático, pero era la declaración de que Dan estaba determinado a ser un nómada. Y aunque eso implicaba que por momentos le iba a tocar aguantarse un trabajo que no le gustara, Dan estaba dispuesto a pagar ese precio, y además de pagar el precio, Dan tenía un sistema que le daba tranquilidad para tener ese trabajo que lo tuviera en el 13%.

 

[Dan Gamboa] Y yo en todos mis trabajos no los vi, excepto el primero, de pronto, pero todos los trabajos no los vi como algo que no me gustaba, siempre los vi como un paso más a. Este no es un trabajo que me guste, no, este es un paso más a hacer el trabajo que yo quiero hacer, este es un paso más para hacer el trabajo que a mí me gustaría hacer, que es, prácticamente, lo que estoy haciendo ahora, es un pequeño paso más. Por ejemplo, Panamá fue un trabajo difícil, lo acepto, muchas veces no me gustó, pero nunca lo vi como “¡ay! Quiero renunciar”, no, “vas a acabar este proyecto, vas a coger este dinero, y este dinero lo vas a invertir en el próximo”.

 

[13%] Y como al parecer la vida termina por recompensar a los que tienen claro para donde van, y toman riesgos para hacerlo realidad, a Dan recientemente le salió un trabajo que lo tiene en el 13%. Es en China, implica crear muchos proyectos y cuando nos contó sobre el trabajo nos sonó un poquito como a black mirror.

 

[Dan Gamboa] Se cultiva nuestra propia comida, todos vivimos en el mismo sitio, a ver, no somos una secta religiosa que se va a suicidar. No todos viven en el mismo edificio gigante, el edificio está vacío en estos momentos.  El edificio fue construido para probar que podían construir un edificio, esto es un poco ambicioso, la verdad es muy ambicioso, o sea que el dueño de la empresa, que hace aires acondicionados, literalmente dijo “bueno, voy a probar que yo puedo hacer un edificio con este material que me inventé”, es un edificio de 57 pisos y lo construyó en 19 días. Entonces, la idea de él es tener una comunidad viviendo en un edificio, un barrio, pero pues un barrio que tenga todas las comodidades y necesidades ahí. Entonces por eso hay terreno suficiente para cultivar y se cultiva la propia comida y yo como la comida que cultivamos ahí, pues, no la cultivo yo, pero como parte de esta comunidad nos comemos la comida que hay ahí, y la gente que la cocina está ahí y hay talleres de madera, con la misma madera o con productos primos, y traemos gente de otros colegios o universidades al campus a tomar clases.

[13%] Entonces Dan Gamboa, el cucuteño que no renunció a su trabajo para viajar por el mundo porque no tenía un trabajo al cual renunciar, y que ha pasado por cuanto trabajo existe, con humildad, sin desesperarse, con un sistema muy bien definido de ahorro y una mentalidad clara, ha llegado a un trabajo que le sirvió para colarse en esa estrecha franja que se llama 13%.

 

Antes de despedirnos, queremos dejarlos con tres consejos que Dan nos dejó a raíz de su experiencia y que nos parecen muy pertinentes. El primero, tiene que ver con esa frase de “renuncia a tu trabajo para irte a viajar”.

 

[Dan Gamboa] Renunciar a un trabajo para irme de viaje, desde mi forma de ver, gran parte de mi vida lo vi como muy irresponsable. Es muy muy complicado conseguir trabajo, es más difícil conseguir un trabajo que a uno le guste, así que eso me parece una completa irresponsabilidad decirlo. Cada vez más me he dado cuenta de que es una frase que no tiene sentido, cada persona es completamente diferente y la forma de influencia a esa persona no tiene porqué ser tan ligera, porque no a todos les funciona esa fórmula, es más, a la gran mayoría no le va a funcionar esa fórmula. Estamos hablando de una gran mayoría de un contexto nacional como Colombia, que no tiene un trabajo que le permita ahorrar y renunciar. Es muy difícil que tengas un trabajo de ese nivel, porque la gran mayoría de personas en Colombia se la rebuscan, están en trabajos que les pagan de forma insuficiente o miserable, no les permiten ahorrar, o los pocos ahorros que llegan es para pagar una deuda del crédito que adquirieron para poder pagar la universidad. Y suena muy bonito lo de la zona de confort, y perfecto, suena precioso en libros, pero la realidad colombiana requiere un contexto un poco más aterrizado para poder empezar a departir esos discursos inspiracionales, que yo la verdad no los entiendo y no los veo.

 

[13%] El segundo tiene que ver con ser multidimensional, y esto está muy relacionado con no dejarse enfrascar con los títulos de arquitecto, abogado, ingeniero.

 

[Dan Gamboa] Y se quedan en un plano laboral muy unidimensional. Cuando estamos en una época, estamos en un lugar histórico, donde podemos expresar, decir y buscar todo lo que queramos, donde lo unidimensional en el aspecto laboral es prácticamente, es visto ya como algo muy básico en la vida laboral, cuando precisamente los talentos son aquellas personas que pueden llegar a enfrentarse a varios retos laborales que incluso no están por fuera de las cosas que estudiaron, de su profesión, de su carrera, donde hasta un hobby te puede dar dinero, uno puede desarrollar, uno puede satisfacer su lado, su vida laboral en diversas formas, y a veces ese plano unidimensional es lo que causa frustración.

 

[13%] El tercer y último consejo es algo con lo que particularmente los latinoamericanos tenemos problema, y es con mostrar lo que hacemos, nuestro trabajo, nuestros dibujos, nuestros artículos, nuestros videos. Muchas veces nos da miedo el qué dirán y otras veces nos hemos comido el cuento que no mostrar es igual a ser humilde. Sin embargo…

 

[Dan Gamboa] Hay muchas personas que se limitan a la hora de mostrar lo que saben hacer, lo que les gusta hacer. Hay personas que son buenos dibujantes, pero son administradores de empresas, entonces “pa´qué me voy a poner a mostrar eso”, hay gente que es un músico talentoso y siempre se han negado a cantar en público, hay gente que es buena haciendo un proyecto, desarrollando un proyecto, pero no, su trabajo no se los permite. Y fíjense que es algo que aprendí mucho: la palabra modestia, creo que la modestia es uno de los valores más sobrevalorados del mundo, y no la he entendido, y cada vez entiendo menos la modestia, o tal vez la falsa modestia. Cada vez entiendo menos a las personas que dicen como “no muestre esto”, no diga lo que usted hace, si se ganó un premio no lo diga, si se ganó algo para qué lo cuenta, eso lo que va a hacer es alimentar la envidia de los demás, ¡pues que la alimente!, ya llega un punto en el que uno dice “me maté muchos meses haciendo esto, me gusta esto, me gané esto”, o sea, si yo no estoy orgulloso de las cosas que yo hago, ¿quién las va a decir por mí?, uno es su propio embajador.

 

[13%] Ya saben, a mostrar eso que saben hacer, sin importar si se sale de sus títulos profesionales o académicos, o si le molesta a alguien o si rompe con las expectativas que alguien más tiene sobre ustedes.

 

Eso fue todo por hoy, les queremos hacer una recomendación especial y es que sigan a Dan Gamboa en Instagram, lo encuentran como @DanGamboaB, es un tipo absolutamente creativo y tiene las mejores historias narradas muy a su estilo, en stories de Instagram, ¡Síganlo!

 

Gracias por escucharnos, esto fue 13%. Nosotros somos Andrés Acevedo y, quien les habla, Nicolás Pinzón. Recuerden que pueden encontrar todos nuestros episodios suscribiéndose a nuestro canal en aplicaciones como Spotify, Apple podcast o Google podcast. No olviden seguirnos en Instagram y Facebook, donde nos pueden encontrar como 13%, escrito todo en palabras. Ahí está el link de nuestra página web, donde pueden descubrir más, incluyendo artículos escritos por nosotros.

 

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Hasta la próxima

 

La canción del principio es Happy life, de Fredji, y la canción del final es Catch the blues de Eric Clapton, interpretada por Nicolás Pinzón.